Pautas para ser más empático/a

en función del contexto

En los últimos años la palabra ASERTIVIDAD se pronuncia frecuentemente en los cursos de habilidades sociales, a nivel laboral y en otros contextos de interacción social que pueda ser útil y necesario.

Aunque vayamos por partes, en primer lugar sería preferible responder a esta pregunta:

-¿Qué es la ASERTIVIDAD?

La Asertividad es definida como la habilidad y actitud que muestran las personas para poder expresarse de la manera adecuada (sin agresividad ni tampoco inhibición), y en función del contexto y personas concretas, los pensamientos y emociones que la persona necesita manifestar en ese momento concreto, sin perjudicarse ella misma, ni tampoco por supuesto, a los demás.”

Algunas personas que me hacen esta pregunta: -“¿Cómo puedo ser más asertivo”?, suelen tener baja autoestima (en diferentes grados…) con inseguridades y miedos, tanto a nivel personal como más de tipo social. Sí que es cierto que en un inicio cabe evaluar problemas concretos relacionados, así como valorar la historia personal, y de esa manera luego trabajar de forma específica la asertividad. En general, lo que a la persona le ocurre es que desconoce cómo poder conseguir los objetivos y proyectos en la vida y en sus diferentes ámbitos, de forma tranquila, segura y procediendo adecuadamente a conseguir sus propias metas. Y por supuesto, sin perjudicarse ni perjudicar a los demás.

LA ASERTIVIDAD Y LA AUTOESTIMA SE ENCUENTRAN DIRECTAMENTE RELACIONADAS.

Es decir, para estimular la Asertividad primero es necesario consolidar una buena base de autoestima, implicando el trabajo si es el caso, de superar miedos e inseguridades. En que la persona aprenda a hacerse respetar y exprese de forma libre lo que quiere decir de forma correcta y adecuada.

La persona puede mostrar conductas de inhibición social, cierto aislamiento, tono de voz bajo, también en ocasiones: “demasiados silencios”, que todo ello lo refleja con una comunicación no verbal más bien retraída y tímida. Aunque también puede suceder todo lo contrario: que la persona sea impulsiva y no exprese de forma adecuada: «cómo decir sus opiniones» dependiendo del contexto.

“Así pues, para trabajar bien la asertividad y las habilidades empáticas, es importante tener en cuenta estas 6 pautas terapéuticas:

1. Previamente: POTENCIAR LA AUTOESTIMA, si se da el caso, y los aspectos/causas asociados que la implican, para realizar luego la estimulación de la Asertividad.

2. Realizar un TRABAJO COGNITIVO. De esa manera, se consigue modificar los pensamientos negativos que generan miedos e inseguridades de tipo social, a realizar un cambio de pensamientos más positivos y reales, correspondiendo a los pasos asertivos realizados en el momento presente.

3. Desarrollar HABILIDADES SOCIALS ANTE LAS SITUACIONES DETERMINADAS que se están trabajando.

4. Realizar un APRENDIZAJE PREVENTIVO, que consiste en controlar las conductas sociales con patrones de tipo agresivo, o bien al contrario, estimular las conductas con patrones sumisos y tímidos, con la finalidad que la persona aprenda a desinhibirse más ante situaciones convenientes, con el conocimiento de los propios derechos.

5. Aprender a REFORZARSE POSITIVAMENTE (verbal y/o materialmente) cuando se están llevando a la práctica estas conductas asertivas.

6. Pautar en una fase posterior un ENTRENAMIENTO en RELAJACIÓN y VISUALIZACIÓN, ya que ayuda a consolidar y reforzar estas conductas asertivas reales.

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