FACTORES DE RIESGO Y DE PREVENCIÓN ANTE LAS CONDUCTAS SUICIDAS/AUTOLESIVAS
Como ya se ha explicado en la primera parte, en ocasiones se produce en los/las jóvenes problemas anímicos repentinos. EN ESTE ARTÍCULO VAMOS A EXPLICAR CARACTERÍSTICAS INDIVIDUALES Y AMBIENTALES QUE PRESENTAN LOS JÓVENES. Y QUE PUEDEN AUMENTAR LA PROBABILIDAD QUE LOS JOVENES COMETAN UN ACTO DE AUTOLESIÓN y/O CONDUCTA SUICIDA. Se completa la información más detallada con el último artículo de alteraciones anímicas en jóvenes (ver la tercera y última parte).
FACTORES DE RIESGO Y SEÑALES DESTACADAS EN QUE UNA PERSONA PUEDE COMETER UN ACTO DE AUTOLESIÓN CON TENDENCIA AUTOSUICIDA.
Muchas veces no somos conscientes que cuando los jóvenes no se encuentran demasiado bien (especialmente con cambios bruscos de humor), pueden llegar a manifestar síntomas y realizar acciones «sospechosas» (autolesiones) que despiertan una alarma en su salud mental.
«AUNQUE NO SIEMPRE LA CONDUCTA DE AUTOLESIÓN ES SINÓNIMO DE CONDUCTA DE SUICIDIO».
«En la mayoria de los casos esas conductas son un gesto de comunicación hacia el exterior, para llamar la atención y escucha de las personas de mayor confianza. Cuando uno no está bien y se aisla, no sabe cómo manifestar este malestar, y más en los jóvenes. Entonces, es necesario que los familiares y amigos/as puedan atender a varias señales y factores de riesgo y de prevención a estas alteraciones anímicas y conductas de riesgo».
A CONTINUACIÓN DETALLAMOS LOS FACTORES DE RIESGO MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA CONDUCTA SUICIDA:
– Presencia de una enfermedad crónica, sea mental o de otro tipo. Ya que puede causar un agotamiento del sistema nervioso, siendo las alteraciones anímicas las más frecuentes.
-Tener un diagnóstico de enfermedad mental. Entre LAS MÁS HABITUALES: trastorno por abuso de sustancias, trastorno bipolar, depresión, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad.
-Evolución negativa del curso de estas enfermedades con recaídas destacadas y de forma constante.
-Antecedentes personales de ideación o tentativas suicidas y/o de autolesión.
-Haber presentado una alta reciente debido a un ingreso hospitalario.
–Antecedentes de trastornos mentales por parte de la familia, especialmente parientes cercanos: padres, hermanos/as, tíos/as.
-Altos niveles de agresividad, impulsividad y baja tolerancia a la frustración.
-Haber padecido situaciones de estrés recientes: pérdidas de seres queridos, problemas sentimentales, maltrato físico/psíquico, excesivo estrés laboral –mobbing-, que hayan generado de forma más creciente día a día, síntomas de depresión, ansiedad y tensión.
-Aislamiento y/o carencia de soporte familiar y social, que provoca que la persona no se sienta acompañada. La soledad es un factor de riesgo importante.
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