CÓMO IDENTIFICAR EL APEGO DESORGANIZADO

En ocasiones existen estudios anteriores que son vigentes hasta la actualidad por sus repercusiones, como es el caso del APEGO y sus alteraciones en el desarrollo. Por ejemplo, LAS INVESTIGACIONES DE MARY AINSWORTH, EN QUE LOS PATRONES DE APEGO ESTABLECIDOS EN LA INFANCIA SE SIGUEN MOSTRANDO EN LA ETAPA ADULTA, MEDIANTE PROBLEMAS MENTALES Y CONSECUENCIAS EN LAS RELACIONES SOCIALES Y DE PAREJA.

En el artículo: “4 diferentes tipos de Apego” se explica que “es el Apego y su clasificación asociada”. La autora describió muy bien la clasificación de los diferentes tipos de apego en función de los estudios realizados a través de observaciones ante “una situación
extraña” entre las madres/cuidadores y su bebé. El último tipo apego que descubrió esta autora es el “Apego desorganizado”. De hecho, es un tipo de apego muy vigente ya que ha generado muchas investigaciones, debido a los problemas mentales y secuelas que causa este apego en la etapa adulta.

 

EN RELACIÓN A LOS TRASTORNOS MENTALES, LAS PERSONAS QUE HAN RECIBIDO ESTE TIPO DE APEGO PUEDEN SUFRIR (aunque depende de la historia de cada caso en particular), de: -TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT); -TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y DEPRESIÓN; -ALGÚN TIPO DE TRASTORNO DE PERSONALIDAD; -O BIEN, ALGÚN TIPO DE PSICOSIS, ENTRE OTROS,…

“El apego desorganizado se descubrió cuando a través de la observación, determinados bebés, ante la ausencia del cuidador, reaccionaban a través de la confusión, inseguridad, miedo y hostilidad. Este tipo de apego es la forma más extrema de inseguridad caracterizada por la falta de una estrategia organizada en la comunicación entre cuidador/a y bebé, ante el abordaje de situaciones adversas y de estrés”.

-Mary Answorth-

RASGOS ESENCIALES DEL APEGO DESORGANIZADO

 

  • LOS PADRES/CUIDADORES ANTE EL CUIDADO DE SUS HIJOS/AS SUELEN EXPRESARSE:

Los padres/cuidadores actúan en función de las reacciones de sus hijos/as, según Van der Kolk (2020), de dos formas concretas:

-a). Las conductas de los padres/madres con sus hijos/as suele ser de ambivalencia en el cuidado, especialmente cuando necesitan ayuda emocional. También tienden a ser irritables e invasivos. En ocasiones, los descuidan priorizando sus propias necesidades a las de sus hijos/as.

-b). En este caso los padres/madres no saben cómo comportarse con sus hijos/as y se sienten incapaces, inseguros y con miedo, especialmente ante situaciones diferentes, en que han de reaccionar de formas adaptadas dependiendo de las conductas de ayuda de sus hijos/as.

 

 

  • LOS NIÑOS/AS CUANDO SON ADULTOS PUEDEN PRESENTAR LOS SIGUIENTES PROBLEMAS:

1.-Confusión, inseguridad, creencias negativas.

Si los infantes aprenden desde niños que cuando necesitan seguridad y cuidado sólo obtienen indiferencia y abandono afectivo, entonces se traduce cuando son adultos en creencias negativas/irracionales de miedo, inseguridades propias y desconfianzas en relación a las personas de su entorno. Según Granqvist y cols. (2017), estas personas se encuentran en un “estado de alarma” permanente porque no han aprendido a confiar de los demás.

2.-Aislamiento y retraimiento emocional.

 Es una de las consecuencias más habituales que aprenden estos niñas/os. Cuando ellos pedían ayuda por tener miedo, ansiedad u otros problemas, sus padres los trataban con indiferencia, no ayudándoles ni estando allí con ellas/os. Estas conductas de los cuidadores han hecho reaccionar a sus hijas/os con las consecuencias de “prefiero aislarme y retraerme conmigo mismo que pedir ayuda porque no serviría de nada…”. Es un mecanismo de defensa que han aprendido para “aislarse y refugiarse en sí mismos/as” (Van der Kolk, 2020).

3.-Impulsividad, ira, irritabilidad, inestabilidad emocional.

Las emociones de estas personas son muy inestables, oscilando siempre en estados de ánimo de: impulsividad, irritabilidad, así como también de estados de ánimo bajo: tristeza, baja autoestima y hundimiento emocional. Sí que es bastante habitual las emociones hostiles y de irritabilidad hacia su alrededor, proyectando este malestar psíquico constante hacia los demás.

4.-Conductas adictivas y autolesivas.

La impulsividad como hemos comentado anteriormente, es uno de los rasgos emocionales más característicos. Estas conductas impulsivas causan consumos excesivos de alcohol y sustancias, así como actividades sexuales de riesgo. Estas personas necesitan actividades de riesgo para sentirse bien consigo mismos/as, para satisfacerse de una manera más satisfactoria.

Cuando hay estados de ánimo más alterados y asociados a síntomas depresivos y de ansiedad, estas personas pueden presentar conductas de riesgo autolesivas, como consecuencia de un diálogo autocrítico, ansioso y de autoexigencia con ellas/os mismas/os.

5.-Problemas de personalidad: Desintegración del “Yo”.

Inestabilidad en la percepción de un «Yo» coherente integrado. Estas personas manifiestan “un caos en sus conductas y acciones”, muy propio de este trastorno de la personalidad, denominado: -T. Límite de la personalidad (TLP).

En resumen, se observa:

-MUCHAS CONTRADICCIONES E INCOHERENCIAS EN EL COMPORTAMIENTO (QUE PUEDEN DERIVAR A CONDUCTAS DISOCIATIVAS DE LA PERSONALIDAD); – DIFICULTADES EN LA REGULACIÓN EMOCIONAL PROPIA, Y TAMBIÉN, PROBLEMAS PARA CONTROLAR Y GESTIONAR LAS EMOCIONES EN LAS RELACIONES INTERPERSONALES.

“El apego desorganizado se asocia con una mayor frecuencia de conductas disociativas y traumas psicológicos en la edad adulta”

-Bessel Van der Kolk-

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