SIGNIFICADO Y CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL CONCEPTO «FOMO»
Es un concepto/expresión muy habitual entre los jóvenes. El origen en inglés: “Fear of missing out”, significa: “miedo a perderse algo de las redes sociales”. Este temor conlleva una necesidad a estar conectada/o siempre a internet por temor a que “se pierda alguna información interesante y no poder controlarlo todo…”.
“También decir que el significado de FOMO va mucho más allá del mismo concepto… ya que los jóvenes y adultos a nivel social necesitan sentirse que pertenecen a un grupo de personas con unas características concretas. Este aspecto les conduce a motivarse por “simpatías temáticas”, y de esa manera también poder compartir aspectos comunes de la propia identidad”.
EL ORÍGEN DE «FOMO» COMO FENÓMENO PROVIENE DE AÑOS ATRÁS…
Si observamos el surgimiento de Facebook, esta red social nació en 2004 aprox. Aunque “esta necesidad y temor de perderse algo…” ya proviene de bastantes años atrás. Debido a que la expresión se relaciona directamente con el dicho inglés «Keep up with the Joneses«, que se usaba en el pasado para referirse a aquella persona que siempre quiere tener o hacer lo mismo que sus amigos o vecinos, por miedo a parecer menos importante socialmente que ellos si no lo hace.
Asimismo, a un nivel más académico y coincidiendo con la aparición de Facebook (2004) el diario Harvard Business School empezó a utilizar esta palabra para definir la ansiedad elevada e intensa que sufrían los estudiantes universitarios de esta escuela de negocios al intentar combinar con muchas dificultades – y en ocasiones no consiguiéndolo- la cantidad de información y eventos sociales que la misma Universidad les exigía para complementar de forma adecuada los estudios académicos.
“Según los expertos el fenómeno FOMO se define principalmente como un proceso en dos fases. En la PRIMERA FASE se caracteriza POR UN SENTIMIENTO DE PREOCUPACIÓN POR MIEDO A PERDERSE CONTECIMIENTOS IMPORTANTES en relación a lo que están haciendo otras personas en las redes sociales. Mientras que en LA SEGUNDA FASE, este sentimiento de miedo puede ir seguido de UN COMPORTAMIENTO COMPULSIVO para estar conectada/o socialmente de forma constante y durante mucho tiempo a través de las redes sociales”.
-National Library of Medicine-
¿”FOMO” ES UN TRASTORNO…?
MANIFESTAR FOMO NO ESTÁ DIAGNOSTICADO OFICIALMENTE COMO UN TRASTORNO, PERO SÍ QUE A NIVEL PSICOPATOLÓGICO PUEDE LLEGAR A CONFIGURARSE COMO UN CONJUNTO DE SÍNTOMAS, PRINCIPALMENTE: ELEVADA ANSIEDAD, ESTRÉS, FRUSTRACIÓN Y TAMBIÉN, UNA NECESIDAD IMPERIOSA PARA ESTAR SIEMPRE CONECTADA/O, QUE PUEDE CONVERTIRSE EN ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES.
También es cierto que este grado de adicción depende de otras variables: del nivel de necesidad que tenga la persona a conectarse a las redes sociales, de las características más personales, historia y de las circunstanciales actuales vividas por la persona.
“EL FENÓMENO “FOMO” PUEDE OCURRIR A PERSONAS DE DIFERENTES EDADES, TANTO EN JÓVENES COMO EN PERSONAS ADULTAS (especialmente estas segundas en el ámbito laboral). Aunque es cierto que en el colectivo de jóvenes, en ocasiones puede ser bastante más perjudicial si no se controla adecuadamente, ya que estos se encuentran en un proceso de desarrollo a todos los niveles y de adquirir referencias básicas para su presente y futuro inmediato. UNICEF estima que el 20% de los adolescentes entre 14 y 18 años presentan conductas compulsivas en internet”.
Y en esta misma línea refería Manuel Castells hace más de 20 años: la relevancia del FOMO en TODAS LAS EDADES debido a “que la red digital es el tejido de nuestras vidas”. Y, por lo tanto, la sociedad está conectada a un nivel transversal y conjuntamente, las redes sociales y la información tecnológica crean una vinculación directa con nuestras vidas y nuestras relaciones sociales.
“YO PUEDO TENER FOMO…?
Es decir, en sí mismo el móvil no es una herramienta que tenga que conducir a un aporte de problemas, ya que sus funciones pueden brindar recursos positivos en los distintos ámbitos vitales de la persona, especialmente en el trabajo y los estudios. Sin embargo, es relevante observar las situaciones de riesgo para corregir aquellos comportamientos que faciliten la manifestación de síntomas FOMO, y que una/o misma/o puede no ser del todo consciente cuando estas conductas se automatizan. Por lo tanto, sí que hay un cierto perfil de personas que por sus características son más sensibles a padecer problemas FOMO. A continuación, detallamos las características principales:
- Utilizar de forma excesiva los dispositivos electrónicos. Revisar obsesivamente las distintas redes sociales con el fin de tener conocimientos de forma constante sobre la actividad de los demás, manteniendo muchas horas la atención a las pantallas. Así como documentar de manera regular la vida propia en las redes sociales y con expectativas inmediatas de sus respuestas.
- Tendencia al perfeccionismo y/o a la autoexigencia, y en general con unas sensaciones internas de insatisfacción, en que “siempre, hagan lo que hagan, van a tener la sensación de que les falta algo”.
- Sintomatología ansiosa/obsesiva, manifestando unas expectativas elevadas en las redes sociales con el objetivo de aliviar o atenuar la sensación de malestar física/psíquica, lográndolo solo de manera momentánea y a corto plazo.
- Poca tolerancia a la frustración, en que ante el mínimo esfuerzo o cambios establecidos en los diferentes ámbitos vitales- especialmente en el ámbito digital- la persona “se puede venir abajo”. Ya que en general las expectativas previas elevadas no corresponden con los estímulos, personas y experiencias de la realidad que rodea a la persona.
- Problemas de autoestima, autoconcepto y autoimagen, observando una comparación constante sobre la vida propia y la que las demás personas reflejan en las redes sociales. Por lo tanto, puede derivar en una retroalimentación de la baja autoestima, bloqueo emocional, distorsión de la imagen personal y de la realización personal en general.
- Disminución en la motivación académica y/o laboral, focalizando la atención específicamente -en ocasiones de forma exclusiva- a la interacción virtual. Estos problemas pueden derivar a dificultades en las relaciones personales y cognitivas. Estas segundas en concreto: problemas de atención, concentración, memoria, razonamiento concreto y abstracto en el ámbito laboral y académico.
- Dificultades en la iniciativa y creatividad personal, y para relacionarse con otras personas en la vida real y de forma empática. Este último aspecto es importante, especialmente en adolescentes dado que se encuentran en la etapa en la que existe un mayor esfuerzo para definir su propia autonomía e identidad. Asimismo, ante los hábitos automatizados de relacionarse virtualmente, puede conducir a dificultades en las habilidades sociales: asertivas y empáticas, especialmente en las/los jóvenes más tímidas/os y con posibles problemas previos: personales e interaccionales .
NOTA IMPORTANTE:
Si se ha obtenido más de una respuesta afirmativa en los puntos anteriores, es importante atender las conductas que pueden ser de riesgo. También podéis leer una segunda parte informativa en este artículo de mi web: «Abordaje terapéutico del «FOMO», que se informa con más detalle el perfil de terapia más adecuada y eficiente para este tipo de adicciones. Aunque por supuesto, si las dificultades son destacadas recomiendo consultar a un experto en este ámbito.
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