CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT)

En este artículo comentamos la definición de este trastorno, los síntomas, riesgos y principales características manifiestas de diagnóstico del trastorno por estrés postraumático (TEPT). En primer lugar nos hemos de hacer la siguiente pregunta para conocer bien este trastorno.

¿CÓMO SE DEINE EL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT)?

Este trastorno se caracteriza porque la persona manifiesta unos síntomas psicológicos de elevada ansiedad, a causa de experimentar alguna situación muy estresante, que en general le ha llevado a causar un profundo shock emocional. Obviamente, en estos sucesos estresantes se puede generar mucha sintomatología de cierta intensidad y de larga duración, que por supuesto puede afectar a diferentes ámbitos de la vida de la persona: -trabajo, relaciones sociales, salud mental y física, así como puede interferir en tener iniciativa y disfrute de las actividades diarias. En relación a los síntomas que se manifiestan, pueden presentarse de forma bastante evasiva y disruptiva, que interfieren a todos los niveles de la persona: físico, emocional, cognitivo y conductual/funcional.

Las situaciones de estrés más frecuentes en la población general son las siguientes: – EL FALLECIMIENTO DE UN SER QUERIDO; -VIOLENCIA SEXUAL Y FÍSICA; – MALTRATO FÍSICO Y PSICOLÓGICO; – PADECER UN ACCIDENTE CON SECUELAS FÍSICAS Y MENTALES; – DIAGNÓSTICOS MÉDICOS ANTE POSIBLES ENFERMEDADES CON BREVE DURACIÓN DE VIDA; – EXPOSICIÓN DURADERA AL COMBATE MILITAR; -CATÁSTROFES NATURALES; – SER AMENAZADO CON VIOLENCIA ANTE ROBOS, SECUESTROS, ABUSOS SEXUALES U OTRAS SITUACIONES SIMILARES.

“En ocasiones, estos acontecimientos traumáticos son tan impactantes emocionalmente para la persona que pueden significar “un antes y un después” en su trayectoria vital, transformando a la persona a todos los niveles, como si fuera un “volver a empezar desde cero”. Convirtiéndose progresivamente en una experiencia «de plena Resiliencia» -si se aborda terapéuticamente de forma adecuada- con el objetivo que se elabore bien el trauma, y no permanezcan problemas mentales residuales».

-SÍNTOMAS Y CARACTERÍSTICAS MÁS FRECUENTES EN EL “TEPT”.

El proceso y duración de los síntomas después del TEPT puede variar en función de varios factores de la persona: – tipo de situación traumática; – intensidad de la angustia que padece la persona desde un principio; – el momento en que aparecen los síntomas; – cómo interfieren los síntomas en la persona (especialmente en el ámbito laboral y social); -variables previas (personalidad, entorno, ambiente familiar y social) que pueden mejorar o empeorar la sintomatología traumática.

En algunas personas estos síntomas pueden ser muy molestos y disfuncionales. En algunos casos pueden empezar los síntomas inmediatamente después del suceso, y en otros pueden presentarse meses o años después. Así como también la intensidad y el tipo de síntomas pueden ser muy diferentes de una persona a otra, dependiendo de varios aspectos: -del tipo de situaciones traumáticas; -del entorno en la que vive la persona; -cómo revive este trauma en concreto y después, cómo elabora el suceso traumático para la recuperación de supropia vida.

PRINCIPALMENTE, LOS SÍNTOMAS MÁS FRECUENTES SON LOS SIGUIENTES:

  • A nivel cognitivo:
  • Recuerdos intrusivos y recurrentes; cambios en el pensamiento y razonamiento (en relación con su vida y también en la forma de pensar…); –Reviviscencia de los recuerdos traumáticos (vivirlos de forma repetida como si hubieran pasado muy recientemente); –Pesadillas constantes que recuerdan el suceso traumático; –Dificultades cognitivas varias (atención, memoria, procesamiento de la información, etc. ); –Problemas para razonar y focalizar más el pensamiento positivo y los recursos propios; -Pensamientos relacionados con «querer hacerse daño», o ideas de suicidio.
  • A nivel emocional y fisiológico:
  • Elevada ansiedad en situaciones concretas que recuerdan el trauma; –Variabilidad anímica, pasando por estados depresivos elevados, y después a otros de mayor angustia y desesperación; –Estados de insensibilidad emocional por “no querer sentir más dolor”; – Estar siempre alerta “al posible peligro”; -Mayor percepción de cansancio y estado de abatimiento; ”; -Desánimo y desmotivación en relación con el futuro y la vida en general;- Cambios en el sueño, con mayor probabilidad de padecer insomnio (de primera o segunda fase del sueño); -Mayor sensibilidad e irritabilidad.
  • A nivel funcional y social:  
  • -La persona puede rendir menos en el ámbito laboral y también, no sentirse igual que antes con las relaciones interpersonales, sentirse más distanciado y sin ganas de relacionarse con familiares y amigas/os; –Desmotivación en iniciar y realizar actividades, que antes podían ser muy placenteras para la persona;  
  • A nivel Conductual:
  • Conductas de evitación varias: –Evitación de lugares, personas y/o situaciones concretas que recuerdan a los estímulos del suceso traumático; – Evitar tratar de hablar o de pensar acerca de la situación traumática; -Y la evitación de otros estímulos concretos que pueden asociarse al trauma; –Conductas más impulsivas y/o autodestructivas, bebiendo más de lo debido u otras conductas de tipo adictivo.

VARIABLES DE INFLUENCIA CON RIESGO A PADECER UN “TEPT”.

  • Riesgos de problemas mentales previos (ansiedad, depresión), de tipo hereditario o de vivir alguna experiencia estresante intensa en la infancia y/o juventud. Por ejemplo, situaciones de bullying en la escuela, maltrato infantil, abusos sexuales, u otras situaciones similares.
  • Tener una tendencia de vulnerabilidad fisiológica al estrés: es importante observar y tener en cuenta cómo cada persona (su cerebro y sistema nervioso) regula las sustancias químicas y en concreto, las hormonas que el organismo libera ante algunas situaciones de estrés de cierta gravedad.
  • Tener problemas en el consumo de sustancias como beber alcohol u otro tipo de drogas.
  • Tener problemas familiares, sea de carencia afectiva y comunicativa; o bien que alguno de los miembros del núcleo familiar padezca algún problema mental de larga duración.

“En resumen, debido a la duración e intensidad de estos síntomas estresantes, el TEPT incluye unas características propias por agrupación de estos, así como su evolución, que puede variar en cada persona. Aunque los problemas más comunes de las consecuencias del TEPT pueden incluir: -momentos de angustia grave; -revivir de forma constante las situaciones estresantes (reviviscencias); -pesadillas y pensamientos incontrolables, o ideas de suicidio; conductas de evitación (no afrontamiento…), que tienen relación directa con los estímulos traumáticos.

Es importante pedir ayuda a un profesional si estos síntomas son muy intensos y/o de larga duración. Si son más soportables también es preferible expresarlos, hablando con amigos y/o familiares que puedan facilitar salir del “bucle negativo” asociado al suceso traumático que vive la persona”.

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